About Daniela Truzman
Aunque su título diga “comunicadora social”, Daniela se siente más cómoda cuando se define como una contadora de historias.
Nació en Caracas, Venezuela, el 17 de octubre de 1988. Inició sus estudios de comunicación social en el año 2005 en la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) que continuó en la Universidad Católica Santa María La Antigua (USMA), donde se graduó con honores, cuando emigró a Panamá con su familia en el año 2008.
Está convencida de que el periodismo y la literatura no tienen por qué estar divorciados. Por eso en 2012 tomó el Diplomado en Creación Literaria de la Universidad Tecnológica de Panamá (UTP) e hizo el curso de Crónicas periodísticas en tiempos de Internet del Centro Knight para el periodismo de las Américas de la Universidad de Austin, Texas.
En el año 2013 fue publicada en las antologías Los Recién Llegados: 54 inéditos cuentan en Panamá (Sagitario Ediciones) y Más que ContArte (UTP).
Ha colaborado como redactora en distintos medios de comunicación locales y publicaciones internacionales, como la revista digital Asuntos de Mujeres, para la que escribre desde 2016. Año en el que también culminó con la más alta puntuación su maestría en Dirección de Negocios con especialización en Mercadeo Estratégico en la UTP.
A finales de ese año, y con miras a dedicar su décimo año a trabajar por la ciudad que se convirtió en su hogar, presentó un proyecto editorial que resultó ser uno de los ganadores del Fondo Panamá Ciudad de 500 años y desde entonces se ha dedicado a convertirlo en una realidad.
La Panamá que sueña es una ciudad amigable, en la que “buenos días”, “por favor” y “gracias” son las palabras que más se escuchan. Una metrópolis con árboles frondosos que nos protejan del sol mientras la recorremos entera. Porque en su ciudad soñada, todos caminamos. Lo hacemos con gusto pues cada esquina parece sacada de una postal turística. Sueña con una urbe enfocada en la educación de calidad y en los valores familiares. Una ciudad diversa, llena de colores y música. Con ciudadanos cada vez más empáticos y conscientes de la inmensa fortuna que tenemos al habitarla y de la responsabilidad de hacer de ella un lugar aún mejor para las próximas generaciones.
