sueña con una ciudad colmada de música
Víctor Mata
Autor: David Alejandro Chacón
Foto: Eduardo Molino
El fundador de la Camerata y Orquesta Filarmónica de Panamá, trabaja por una ciudad musical, una donde en cada espacio posible se escuche un instrumento. Con estudios en la Canford School of Music de Inglaterra y formado en el prestigioso Sistema de Orquestas Juveniles de Venezuela, el violinista y director de orquesta imparte sus vastos conocimientos en el colegio Isaac Rabin como jefe del departamento de música. Para Víctor Mata, el ambiente musical es un provechoso e interesante modelo de vida que cambia personas y ciudades, por lo que está dispuesto a seguir contribuyendo al crecimiento artístico de la urbe que lo recibió de manos abiertas.
¿Tocar un instrumento puede cambiar vidas?
Por supuesto que sí. Diría que completamente. Nosotros, los que somos formados en el Sistema de Orquestas Juveniles de Venezuela, somos ejemplos vivos y eso es lo que quiero transmitir en la ciudad. Yo vengo de una familia de clase media baja y la música me permitió comenzar a viajar y conocer, algo que lucía muy difícil por el entorno económico en el que me movía. Además, me dio acceso a un nivel cultural muy alto que abre puertas a múltiples conocimientos.
¿Piensa que ha ayudado musicalmente a la ciudad de Panamá?
Justamente uno de mis proyectos, que es la Orquesta Filarmónica de Panamá, en la que participan al menos 60 músicos, apunta hacia allá, a mejorar el acceso a la música. La ciudad, que ha crecido como otras urbes en Latinoamérica, solo cuenta con una orquesta sinfónica y necesita al menos otra más, de ahí mi intención con esta iniciativa, que busca ofrecer un servicio cultural más amplio.
¿Por qué está tan motivado a contribuir?
Me motiva, principalmente, el agradecimiento. Esta ciudad me hace sentir, junto a mi familia, como si estuviéramos en casa. Gracias a ese apoyo sigo trabajando día a día, desde mi experiencia, para aportar mi granito de arena en el área artística, particularmente con la música.
¿Es la música el mejor camino para los jóvenes?
Yo no diría que es el mejor camino, porque hay otros como el deporte, pero es uno de los mejores. Está comprobado científicamente que la música influye positivamente en las conexiones sinápticas de las neuronas para mejorar el aprendizaje de las ciencias y los idiomas. Un niño que estudie un instrumento musical por 10 años y después no se dedique profesionalmente a la música, tiene abiertas muchas más posibilidades que un niño que no lo hace.
Aparte de integrar a cientos de niños a la música, ¿qué otra cosa desea hacer con la Orquesta Filarmónica de Panamá?
Sueño con un Rubén Blades sinfónico. Con él precisamente porque su música y letras son muy nuestras, muy latinoamericanas, muy humanas. Otro invitado pudiera ser Danilo Pérez, ya que ambos son íconos y ejercerían un papel realmente influenciador en los jóvenes que participen y en los que escuchen.
¿Qué debe mejorar la ciudad musicalmente?
Sin pensarlo mucho, debe mejorar el apoyo del Estado a las instituciones educativas y culturales. Además, debería existir una ley nacional de cultura con una reglamentación para espacios musicales y en beneficio de la difusión de las artes.
¿Cómo es la Panamá que sueña?
Una donde a todos los jóvenes y adultos se les brinde la oportunidad de tener acceso a las artes, que se den conciertos en los parques, en los teatros, en múltiples espacios.