creadora de puentes culturales

Patricia Vlieg

Autor: David Alejandro Chacón
Foto: Gustavo Ledezma

Invidente de nacimiento, esta distinguida y talentosa panameña obtuvo una licenciatura en interpretación vocal y arreglos en la prestigiosa Berklee College of Music. Trazando su propio camino, se ha desarrollado como multi-instrumentista, investigadora musical, compositora y cantora, como ella misma se define. Desde 2014 está al frente de Panamá en el Corazón, una plataforma que busca preservar y difundir las canciones más emblemáticas de el istmo. Su primer paso con el ambicioso proyecto fue Cabanga, un disco de 14 canciones de simbólicos compositores panameños que le sirvió, además, para consumar una profunda investigación y recabar datos importantes sobre la musicalidad istmeña.

¿Cómo defines tu trabajo?

En una ciudad multicultural y diversa como esta, que tiene muchos sentimientos que están en el aire que no siempre nombramos, se hace muy importante esa creación de puentes a través de la música. Lazos que van desde aquel que llega y quiere escuchar una canción nuestra y comprender cómo somos, al que quiere una explicación más allá de lo físico, de lo aparente, de lo concreto.

¿Qué habría que hacer para mejorar la escena musical en la ciudad?

No creo que hagan falta varitas mágicas, pasa más por un tema de tiempo y evolución. Sin embargo, es clave una mayor capacidad de trabajo colaborativo entre los músicos y los diferentes agentes de la industria, una política de Estado comprometida con la cultura en general como un elemento vital de desarrollo y espacios para mayor visibilidad de los distintos géneros.

¿A qué suena la ciudad?

Suena a músicas diversas que son como entre tambores y trompetas. Suena a bullicio, a acentos mezclados, a bocinas de muchos carros. Suena, definitivamente la ciudad suena, y mucho.

¿Qué le cantarías a un extranjero para ponerlo en contexto sobre la ciudad?

Responderé cantando: Es que nací en una tierra donde se oye el grito ‘e los tambores; y canta una voz de acero, ajé, repica, repicadores. Es que nací en una tierra donde juega el mar sobre la arena; donde repite un viajero, ajé, me voy en la Ligia Elena…Ven a recorrer mi tierra, para que lo entiendas. Es una tamborera llamada Para comprenderlo de mi hermana Ana Lucía Vlieg.

¿Qué te da fuerzas para seguir luchando por tu ciudad?

La necesidad profunda de hacerlo. Yo vivo en esta ciudad y creo demasiado en ella. A cada una de nosotros nos dieron una parcela para cultivar y tenemos el honor y la responsabilidad de hacerlo. Siento que desde el mejor lado que puedo vivir es el de la contribución.

¿Cómo es la Panamá que sueñas?

Los sueños me suenan muy lejos y prefiero pensar en la ciudad que vivimos ahora, así que busco una metrópoli accesible, inclusiva, donde pueda salir a caminar y pueda disfrutarlo con espacios gratos y seguros. Que sea armoniosa con la naturaleza y donde el arte sea parte cotidiana de todos los que la vivimos.