Creador de los Campamentos Musicales

Terence Ford

Autor: David Alejandro Chacón
Foto: Luis Cantillo

En 1976 ingresó como miembro de la junta directiva de la Asociación Nacional de Conciertos, para luego, en 1991 y hasta 2015, ser su presidente. Terence Ford, o “Terry”, como mejor se le conoce, es el padre del Campamento Musical Juvenil, un ambicioso proyecto que nació en 1985, se mantiene más vigente que nunca y que ha beneficiado a cientos de jóvenes panameños. Curiosamente, no toca ningún instrumento, pero se define, entre risas, como un apasionado de la música, tanto que no iría a ningún lugar donde no pueda escuchar alguna melodía. Es fiel creyente de que la canción clásica transforma sociedades y su gran objetivo es que se conozca a lo ancho y largo del país que lo vio nacer un 2 de abril de 1933.

¿De qué trata el Campamento Musical Juvenil?

Los hacemos una vez al año y son dos semanas de trabajo intensivo. Dividimos el día entre clases maestras, clases individuales, seccionales, orquestas, música de cámara. El resultado, tras un trabajo intenso, es sencillamente especial y se puede notar en el progreso de los músicos.

¿Ha recibido apoyo esta iniciativa?

Que se haya realizado por más de 30 años de manera ininterrumpida, habla muy bien de este proyecto que ha tocado a miles de jóvenes, quienes luego de esa experiencia se convierten en músicos totalmente diferentes; muchos de ellos con becas ganadas para estudiar en las escuelas más prestigiosas de música.

¿Seguirá apostando por este proyecto?

Mientras me quede vida y luego espero que siga. Creo que la juventud es el futuro de todo el país y los campamentos han mostrado verdaderamente el valor que tienen.

¿Quiénes pueden entrar a los Campamentos Musicales?

Aquí no hay nada al azar. Entran simplemente los mejores, los que demuestren, mediante una audición, que merecen la oportunidad. Tenemos, regularmente, dos niveles, el básico y el avanzado y este último tiene un grado de complejidad importante, vigilado por profesores, muchas veces extranjeros.

¿Cómo está aportando a la ciudad con esta iniciativa?

Creando, cada vez más, mejores músicos para la sinfónica y de esta manera nos brinden música de un nivel que nosotros nos merecemos. Esta ciudad requiere algo así, exige algo así, de primer nivel. Para eso seguimos trabajando, ese es nuestro aporte.

¿Cuál es su sueño musical para la ciudad?

Que el gobierno aporte más para que mejore el estatus de los músicos de orquesta, sus salarios, su forma de vivir, pero además de eso, de lo meramente económico, que haya un apoyo moral de la población, que la gente se sienta identifica-da y orgullosa de su orquesta, así como pasa con la selección de fútbol, por poner un ejemplo.

¿Se escucha suficiente música clásica en la ciudad?

Lo tengo que confesar, claro que me gustaría que se escucha-ra más en las escuelas primarias, porque allí, en esa etapa, se pueden enamorar del arte. Igualmente apuesto por tener emisoras exclusivas de música clásica para crear una concien-cia musical. Sé que es difícil, muy complicado, pero es una muy buena herramienta.

¿Cómo es la Panamá que sueña?

Con mucha música clásica, con grandes eventos musicales y que la demanda, semana a semana de estos espectáculos, sea mucho mayor. Una sociedad más culta, más íntegra.