El barrio como musa

Carlos Méndez

Autor: Luis Burón Barahona
Foto: José Yau

Carlos Méndez cierra los ojos y deja que su música hable por él. Que le salga por los poros y transmita mensajes de su infancia, de su barrio, de sus problemas, sus amores. De su vida, pues. Con tres discos lanzados y múltiples giras internacionales, ya es uno de los artistas panameños más importantes. Es, en otras palabras, Panamá vuelta rock.

¿Dónde creciste?

Crecí en San Francisco, en la calle 73, cerca de Boca La Caja, en la casa de mis abuelos. Él era asturiano, llegó a finales de la década de 1960. Primero vendía llantas y luego fue gerente de esa empresa. He vivido allí, en Betania, Ciudad del Saber y La Cresta. La ciudad ha cambiado muy rápido con el llamado boom inmobiliario. Ha sido un cambio abrupto.

¿Cómo te convertiste en músico?

Una de las hermanas de mi abuela era profesora de ballet. Para ella el arte era todo y siempre me alentó a ser yo mismo. Un día me invitó a Nueva Orleans y allí me llevó a un bar de jazz. Recuerdo la hamburguesa y un tipo tocando saxofón. Ahí mi vida hizo un clic. Me di cuenta de que eso era lo mío. Después me fui a México a estudiar música. Al volver hice “De Pie”, una canción sobre El Chorrillo. Frente a mi casa había un edificio, y ahí había un seguridad, Sergio Camargo, un chorrillero que se había mudado a Nuevo Arraiján después de la invasión. Y él me hablaba un montón de El Chorrillo. Y por eso hice la canción. El barrio siempre ha estado mucho en mi música. Es gustoso estar en un barrio que te funcione como una musa. Siempre busco lugares donde no haya tráfico, donde mi cabeza esté tranquila. Ahora hay que tener un poder adquisitivo mayor para poder tener la tranquilidad que antes tenías de gratis.

¿Cómo es la música panameña?

La música panameña es como el sancocho, un mejunje. Tenemos que ser conscientes de la cantidad de cosas que tenemos aquí. Yo disfruto escuchar cosas de aquí, de afuera, de cualquier lado.

¿En qué lugar estamos como industria?

Creo que estamos en un proceso de identificación. La industria puede crecer pero falta encontrar la fórmula de calar con la gente, ya sea con la jerga, con la musicalización. Pero estamos verdes aún si nos comparamos con Bogotá, Buenos Aires, Montevideo. No hay fondos, no hay premios, no hay estudios públicos.

¿Cómo te llevas con las redes sociales?

Todavía no lo entiendo del todo, pero sé que hay que trabajar con ello. Hay gente que pondera eso demasiado. Hay empresas que no le importa nada lo que tú hagas, solo que tengas influencia en las redes sociales. El Internet hay que saber utilizarlo, es una herramienta muy poderosa, y me ha ido muy bien en ella.

¿Cómo es la Panamá que sueñas?

Una ciudad sin tranque, con viabilidad bien pensada, con la integración de los suburbios adecuada. Una en la que caminemos más, eso nos humaniza. Que sintamos la ciudad, que utilicemos lo que hay en la ciudad, integrarnos todos.