Subirle volumen al sonido local

Alberto Iacobellis

Autor: Moisés Jurado Briceño
Foto: Pich Urdaneta

Alberto Iacobellis representa buena parte de la historia del movimiento cultural underground de los dos países donde ha hecho vida: Panamá y Venezuela. Nacido en Panamá de padres italianos, salió muy niño de su país con rumbo a Italia, después a Nigeria y durante su adolescencia se instaló en Venezuela por más de una década, donde trabajó como productor y empresario del mundo musical y del espectáculo. Tuvo la visión de ayudar a los artistas desconocidos, los productores que comenzaban su carrera, aquellas bandas que se formaban y no tenían recursos para ensayar o para grabar sus discos. De allí surgió todo un concepto del estudio de ensayo, sumado al estudio de grabación y el set de producción y edición de música que lo llevó a ser uno de los productores más conocidos en su medio. Hace un lustro que regresó a Panamá, trayendo el mismo concepto donde la música y distintas artes encuentran un espacio para crecer.

¿Cómo fueron sus inicios en el mundo de la música?

Mis inicios fueron en Venezuela, cuando al terminar la secundaria formé una banda, y de allí empezó mi interés por el mundo de la música. Fue cuando comencé a trabajar tanto en estudios de grabación como en la producción de espectáculos. Con el pasar de los años montamos nuestro primer estudio de ensayo, y después vendría el de graba-ción. Trabajé con mi empresa en la realización de espectáculos de grandes artistas internacionales y nacionales, pero siempre pensando en el artista y las bandas locales, en brindarles nuestro apoyo. Al principio observaba que allí había un gran vacío y por eso puse todo mi esfuerzo en este punto, trabajando para el talento local.

¿Cómo es el desarrollo de un artista local en una ciudad como Panamá?

Siendo un músico fracasado pasé por lo que pasa un artista cuando inicia, y esto sucede en todas partes en mayor o menor grado. Hoy hay más conciencia. En aquellos momentos aquel que empezaba en este mundo tenía muchas trabas, y poco a poco comprendí la necesidad de crear un espacio para el músico que inicia, para el pequeño productor, donde se sintieran en su casa, más allá del tema económico. Y Panamá está llena de grandes talentos locales.

¿Cómo ha impactado su trabajo al medio de la música en Panamá?

Yo soy de las personas que no creen en el dinero: hago esto porque realmente me apasiona, más allá de la plata. Tuve éxito en Venezuela y me traje la misma fórmula a mi país, donde armé todo un concepto alrededor de la música: un espacio donde sus artistas pudieran exponer su talento y que su público disfrute, pero también un estudio de ensayo y a la vez de grabación, donde se sintieran cómodos, compartieran con sus colegas, intercambiaran arte, como en casa. Así nace Rock & Folk, y otros conceptos que tenemos alrededor del artista nacional. Ha sido un trabajo duro, pero aquí estamos.

¿Cómo ve actualmente el movimiento musical en Panamá?

Necesitamos más espacios para el artista local, que los panameños conozcan a sus artistas, la música y las artes que se hacen actualmente en la ciudad y en nuestro país. Construir mini centros culturales, pequeños teatros que le permitan a las bandas nacionales y aquellos que están empezando en la industria presentarse a su público, con stage, luces, sonido listos, y que estos no tengan que pagar para brindar su arte a la gente. Que dé cabida a que los artistas puedan montar sus discos, que otros tipos de artistas como actores, comediantes, escritores, puedan compartir espacios. Nos hace falta, pues el panameño, tanto de la capital como el de provincia, no sabe la cantidad de talento que hay más allá del reggaetón o la plena. Hay otros géneros con el cual podemos nutrir la cultura.

¿Cómo es la ciudad de Panamá que usted sueña?

Hay dos palabras que definen lo que yo deseo para mi país y para la capital: turismo y cultura. Somos un país que lo tenemos todo para ser una potencia en estas dos áreas. Siento que nadie está viendo la maravilla de país que tene¬mos. En el caso de la ciudad siento que se han hecho esfuerzos, pero hace falta hacer más en pos de estas riquezas potenciales; hay mucho más de lo que creemos ver. Somos una mini potencia: aprovechemos lo que tenemos pensando a futuro.