Empresaria de las artes

Gina Cochez

Autor: José maría Torrijs Legazpi
Foto: Javier Sucre

Bailarina, cantante, y actriz. En los últimos años, Gina Cochez se ha establecido como una de las principales productoras de Panamá. Se ha especializado en musicales y obras de teatro infantil de gran formato. Heredera de uno de los apellidos más conocidos del comercio de Panamá, también participa del negocio familiar. El ejemplo perfecto de esa dualidad tan particular de la comunidad artística de la ciudad de Panamá: de día, la jornada transcurre en una oficina; de noche, deja al lado el uniforme y se encienden los reflectores.

¿Recuerdas cuál fue tu primer contacto con el arte de la ciudad de Panamá? ¿Cómo te marcó ese momento?

Mi primer recuerdo de contacto con el arte fue cuando tenía siete años y bailé ballet en el Teatro Nacional. Era la presentación de fin de año de la escuela de ballet. Nunca había entrado al Teatro Nacional. Cuando entré por primera vez me emocioné mucho, sabía que pertenecía ahí.

¿Qué representa el arte para la ciudad de Panamá?

El arte y la cultura sensibilizan a la sociedad. A través del arte las personas se expresan, se comunican, se afectan, se entienden. El arte es parte de nuestra identidad y siempre debe ser manifestada en todos sus diferentes aspectos, ya sea música, danza, teatro, cine. El arte representa una realidad de lo que somos y una esperanza de lo que queremos llegar a ser.

Empresaria y artista. Tu caso no es el único. En Panamá vemos cómo el médico canta, o el abogado pinta. ¿La sociedad capitalina no le da lo suficiente a sus artistas como para dedicarse solo a su arte o es que el arte está en quien menos uno espera?

Mi dualidad es mi naturaleza. Amo los números de igual forma que amo las artes. Mi cerebro esta partido en dos. Siempre quise ser empresaria. También siempre quise ser artista. Me considero una “empresaria de las artes”. En Panamá hay mucho talento, pero es muy difícil vivir de las artes. El mercado es muy pequeño. Necesitamos que los
panameños inviertan más en arte y cultura. También necesitamos más turistas.

En la escena teatral de la ciudad de Panamá, ¿qué pesa más: el fondo o la forma? ¿Se pueden conciliar ambos elementos en una actividad que también procura ser un negocio?

Pienso que actualmente pesa más la forma. Como es difícil lograr buenos resultados de ingresos en las artes, hay que apostar por lo comercial, por lo que paga. Y en esto se sacrifica el fondo. Lograr combinar ambas es un arte empresarial.

¿Hay una identidad artística en Panamá o tratamos de copiar a otros lugares?

Panamá es un crisol de razas y culturas. Por 500 años hemos sido centro comercial, lugar de paso, donde se inició la globalización, y hoy día hub de América. De esta misma forma nuestra identidad artística incorpora elementos de muchas partes, pero siempre con el toque panameño.

¿Qué hace falta para que Panamá sea una gran capital del Teatro y el entretenimiento? ¿Es posible?

¡Claro que es posible! Ese es mi sueño y por el cual espero estar aportando mi grano de arena con todas mis produc-ciones. Necesitamos más empresarios de las artes y más inversionistas. Pero para que esto se dé, se necesitan leyes de incentivo fiscal para fomentar la inversión en la industria. Con esto podríamos tener más producto y contenido y atraer turistas.

¿Cómo es la Panamá que sueñas?

Me imagino una avenida llena de teatros. Todos con luminarias, así como en Broadway. Inclusive no solo una calle, sino un área completa con teatros, restaurantes, entretenimiento. Con cada producción que hago, siempre pongo un hashtag: #PanamáElBroadwayDeLatinoamérica. Y con ese norte siempre trabajo.