Hombre de senderos
Adrián Benedetti
Autor: Luis Burón Barahona
Foto: Javier Sucre
Adrián Benedetti conoce las entrañas de la ciudad. No las de cemento, ascensores y modernidad, sino las históricas, las que nos han acompañado desde la formación de este pequeño istmo. Benedetti ama la naturaleza y por eso ha dedicado gran parte de su vida a recorrer los senderos de la ciudad y del país a través de su organización Caminando Panamá. Es su forma de conocer la historia de esta nación.
¿Cómo quedaste en el senderismo?
Mi infancia fue entre Boulder, Colorado, y ciudad de Panamá. En Colorado se apunta mucho a la recreación y a la aventura con la naturaleza. Al exponerme a eso y volver a Panamá sentía el contraste. Allá todo era fácil, abierto, mientras que acá, que era una ciudad rodeada de selva, existían muchas cercas que impedían recorrer los senderos. Cuando lograba entrar a uno, me encontraba siempre a extranjeros. Era como que al panameño no le importaba, y al gobierno no le interesaba cambiar eso, así que eso me impulsó a hacerlo yo, a fomentar ese tipo de cultura, a dar a conocer esas atracciones. En 2013 fundamos Caminando Panamá.
¿Cómo se desarrolla esa cultura al aire libre?
Ya se está desarrollando. Hay mucha más infraestructura y la gente llega más fácil a esos lugares. La gente se ha dado cuenta de que se puede caminar, correr, montar bicicleta. Las redes sociales han ayudado, ya que mucha gente se dedica a promocionar esas fotos en lugares exóticos, únicos. Conocer los parques de la ciudad es conocer Panamá.
¿Existe integración entre ciudad y selva en Panamá?
No. Y si no tenemos una cultura de recreación este será siempre el resultado. Si no lo valoras, no te importa el impacto que pueda tener el desarrollo de una ciudad hacia su naturaleza. Se han destruido muchos espacios. Y no lo mejoran porque no lo ven, porque no lo conocen. Los espacios naturales van más allá del ecoturismo. Tiene que ver con comunidad, con salud.
¿Crees que hay una falta de aceptación hacia el clima y el ambiente que nos rodea?
Sí, y negar el clima es negarnos a nosotros mismos. Somos sol, lluvia, humedad. Y, además, cuando uno se sumerge en la experiencia de la naturaleza, uno se siente refrescado. Hay mecanismos para sobrellevar esto, todo tiene que ver con el contexto.
¿Cuáles son las mejores experiencias en la ciudad de Panamá?
El sendero del Cerro Ancón y el del Parque Metropolitano. Hay señalizaciones, guías, los senderos están bien mantenidos. Siempre que alguien me pregunta, los envío al Metropolitano. Y la vista del Cerro Ancón es muy buena, la subida vale la pena.
¿Cómo es la Panamá que sueñas?
Una ciudad en la que eliminemos la barrera imaginaria entre nosotros y la naturaleza. Hay que abrir y desarrollar parques: el Camino de cruces, el Parque Soberanía. Una ciudad con más árboles, en la que los parques sean lugares de educación. Una ciudad con una narrativa más natural en sus espacios públicos.