Sueños en verde

Alida Spadafora

Autor: Luis Burón Barahona
Foto: Javier Sucre

Para ella la naturaleza lo es todo. Desde hace más de una década comenzó a involucrarse con el mejoramiento ambiental de Panamá a través de la dirección ejecutiva de la Asociación Nacional para la Conservación de la Naturaleza (ANCON). Después formó parte de la esfera pública para intentar reducir el impacto de la basura en el Istmo. Se enorgullece de su labor y se emociona de haber podido conocer de cerca la fascinante flora y fauna panameña.

¿Existe política ambiental en Panamá?

Como políticas de Estado podrían señalarse las convenciones y convenios internacionales, además existen algunas políticas ambientales temáticas aprobadas que son normas nacionales. Sin embargo, su implementación ha dependido de la integración a políticas de desarrollo lo cual es para la mayoría de los países, incluyendo a Panamá, un gran reto.

¿Cómo es la relación de esta ciudad con su entorno natural?

Al hablar de la ciudad, hablamos de los habitantes de la ciudad y sus autoridades. Yo diría que los habitantes en general han defendido su entorno pero hay excepciones, y muchas presiones de múltiples intereses económicos y las normas que no siempre promueven esa relación. Por ejemplo, en los últimos años el Municipio ha hecho esfuerzos por ampliar los espacios públicos como parques, aceras y otros. Pero todavía resta mucho por hacer. Hay que seguir enverdeciendo la ciudad y permitir un mayor acceso y disfrute de las áreas verdes incluyendo áreas protegidas y de la costa.

¿Qué tan única es la naturaleza panameña?

Es única por sus especies y ecosistemas, especialmente si hablamos de especies solo encontradas en Panamá.

¿Qué tan problemático es el asunto de la basura en esta ciudad?

El problema de la basura es complejo. Es necesario mejor educación en todos los niveles, mejor sistema de recolección y de reciclaje, un mayor diálogo con las comunidades en búsqueda de soluciones, más normativa y mejor vigilancia.

¿Cómo es la Panamá que sueñas?

Una ciudad con buen transporte público que penetre en los barrios, muchos parques, aceras caminables, ruido controlado, vehículos que no contaminen ni hagan ruido, sin contaminación visual, que se integre el mar al disfrute del ciudadano, que volvamos a utilizar las playas, que se valoren las edificaciones y casas antiguas. Sueño con una ciudad compacta y menos dispersa.