Defensora de los patrimonios históricos

Wendy Tribaldos

Autor: David Alejandro Chacón
Foto: Javier Sucre

Por más de 20 años lideró Aprendo, un exitoso proyecto educativo en formato de revista del diario La Prensa que recibió múltiples reconocimientos nacionales e internacionales por su aporte a la niñez y la juventud. Esa experiencia, entre otras, fueron los primeros pasos de esta profesora de historia y ciencias sociales, museóloga, periodista, locutora y traductora dio para enamorarse por completo de la tierra que la vio nacer, la ciudad de Panamá. Es defensora a capa y espada de los patrimonios culturales e históricos y ha trabajado en múltiples iniciativas para realzarlos y educar a nuevas generaciones sobre su importancia y valor real.

¿Específicamente cuál ha sido tu trabajo en pro de la ciudad?

Realzar lo nuestro. Que la gente abra los ojos y se dé cuenta de lo que la ciudad nos puede ofrecer. Que la vean de verdad, verdad. Muchas veces ni los mismos panameños entendemos todo lo que tenemos.

¿Qué harías para que las personas entiendan aún más el valor de la ciudad?

El enfoque debe ser siempre comunitario. Hay que buscar que las personas se empoderen de la información y la compartan, porque toda persona tiene algo que contar sobre la historia de nuestra ciudad.

¿Los capitalinos se preocupan por sus patrimonios?

Estamos despertando de un gran letargo de muchos años. Últimamente ha habido un renacimiento que estoy sintiendo cada vez más latente entre los habitantes de la ciudad. Hay un poco más de orgullo por sentirse de aquí.

¿Qué es lo que más te gusta de tu ciudad?

La “variopintidad”. El hecho de que sea un lugar de encuentro para tantas culturas y tantos países, le da una salsa bien especial a esta ciudad. Me encanta llegar a un lugar y escuchar toneladas de acentos, ver personas tan distintas físicamente. Eso es un gran valor porque nos hace bien tolerantes como ciudadanos.

¿Y el lugar que más te gusta?

El Casco, sin dudas. Es un espacio de múltiples encuentros de culturas con influencias españolas, francesas, colombianas. El Casco es más que fiestas. Es un lugar que encierra muchísimo del patrimonio histórico y cultural del país y donde seguro se encuentra algo que enamore al visitante.

¿Por qué quieres tanto a la ciudad?

Aquí nací. Esta es mi tierra. Soy citadina al 100 % y aquí me crié. He tenido la suerte de poder viajar por el mundo y puedo decir que la ciudad de Panamá es especial. Cuando llevo tiempo fuera hay como un imán que me hala de vuelta. Siempre regreso.

¿Cómo es la ciudad de tus sueños?

Con los ingredientes de hoy en día porque la hacen un lugar súper positivo. Quisiera que se mantenga tolerante y divertida. A eso, añadirle elementos que la hagan mucho mejor: que sea más amigable, más accesible, más arborizada, con más inversión en cultura y en la conservación de nuestro patrimonio.