Cultura y tecnología van de la mano

Davinia Uriel

Autor: Karin Caballero
Foto: Eduardo Molino

Gestora cultural con más de diez años de trayectoria internacional en el diseño, estrategia, gestión y evaluación de proyectos y programas culturales. Licenciada en historia del arte con una maestría en gestión del patrimonio cultural. Trabajó como gestora cultural en la Embajada de España en Panamá y en el Programa I+D en Cultura de la Universidad Tecnológica de Panamá. Actualmente, lidera la gerencia de Cultura y Comunidad de la Fundación Ciudad del Saber, desde donde desarrolla proyectos como Panama Jazz Festival, Mercado Urbano, TRAMA en todas sus ediciones y el Centro de Interpretación – Casa Museo.

¿Cómo es que podemos lograr combinar la cultura con la tecnología?

Siempre han estado vinculadas y hoy esa conexión es más evidente. La cultura ha sabido buscar y encontrar las diferentes combinaciones del uso de la tecnología en función de las necesidades de cada uno de los agentes culturales, ya sea como una herramienta de producción, creación, distribución, difusión, comercialización, aprendizaje, comunicación y preservación. Solo hay que pensar en sectores como la música y el arte y ver todos los usos posibles. Para mí el valor más grande que ha aportado la tecnología a la cultura es servir como herramienta de generación y distribución de contenidos, la oportunidad que brinda de acceder a la información, y su disfrute.

¿Cómo beneficia el crowdfunding a la ciudad de Panamá?

Cuando lanzamos Costeame, el concepto de crowdfunding era muy nuevo. Ya se había realizado alguna campaña de recaudación de fondos colectivos a través de otras plataformas, pero éramos la primera crowdfunding panameña y el significado del término resultaba desconocido. Después de todos estos años, sigo creyendo que es un vehículo y una herramienta para materializar ideas, involucrar y generar un sentido de colaboración e implicación en las personas que participan. Para mí el mayor beneficio del crowdfunding es la generación del sentido de apropiación de las personas hacia los proyectos en que han aportado. Con el trabajo que se realizó desde Costeame, entendí que la plataforma era mucho más que un mecanismo de recaudación de fondos; es conocer el proceso de creación, el valor del trabajo y quiénes estaban detrás.

¿Cómo y por qué nació Costeame?

Surgió del trabajo de tres socios fundadores, que somos Mónica Mora, Randy Navarro y yo. Con ayuda de Ampyme y Senacyt creamos y desarrollamos Costeame. Fue nuestro primer emprendimiento y resultó una experiencia gratificante. Nació ante una necesidad de financiamiento para la producción de ideas y proyectos creativos, que no encontraban los medios suficientes para su desarrollo y ejecución. Así que no solo recaudaba dinero de manera colectiva, sino que conectaba las ideas y los proyectos con las personas.

¿Qué nos hace falta para desarrollar aún más la cultura en nuestro país?

Actualmente, nos encontramos en un momento en el que existe una gran disposición. La sanción de la ley que crea el Ministerio de Cultura ha sido un enorme paso que coloca a la cultura en el lugar que se merece. Este ha sido un momento histórico por el que muchos de los profesionales de esta área hemos trabajando desde hace años. Como en todos los ámbitos, siempre faltarán cosas por hacer, pero en lo que debemos seguir trabajando es en el fortalecimiento de la cultura como una oportunidad, entenderla como una herramienta de transformación. Lo que nos hace falta por parte de todos, es creer más en el papel que puede jugar en la sociedad.

¿Cómo es la Panamá de sus sueños?

Una ciudad que se viva, un lugar de convivencia y de disfrute para todos. Donde el ciudadano se apropie del espacio, sea responsable y consciente de su entorno, siempre pensando en el bienestar común y en la coexistencia.