Producir cultura

Karla Quintero

Autor: Melissa Pinel
Foto: Pich Urdaneta

Productora, comunicadora social y gestora cultural. Quintero estudió mercadeo y publicidad con enfasis en video y luego viajó a Buenos Aires para especializarse en Producción Cinematográfica, en donde la oferta cultural cambió, la sorprendió e inspiró y donde nació su primer gran proyecto: Buenos Aires para Panamá. Quintero es coordinadora del Programa Educativo y de Industria del Festival Internacional de Cine de Panamá.

¿Cómo surgió la idea de Buenos Aires para Panamá?

Buenos Aires para Panamá es mi hijo con Argentina. Cuando estudié en el Centro del Sindicato de la Industria Cinematografía Argentina mis compañeros me preguntaban por el cine panameño. Mis nuevos amigos me preguntaban cómo era Panamá. También veía que había ciclos de cine de todas partes y la idea de hacer una muestra de cine panameño se asomó bastante rápido en mi primer año allá, pero no fue hasta 2014, cuando ya tenía seis años viviendo en Buenos Aires, que pude concretarla. Es mi tesis de postgrado y ya tiene cinco ediciones.

¿Qué piensa el público argentino cuando ven las producciones panameñas?

El público viene con mucha curiosidad. Algunos vienen solo conociendo a Roberto Durán a Torrijos y al Canal de Panamá y cuando salen de la sala agradecen por traerles contenidos que no verían nunca si no fuese por la muestra. Suelo quedarme siempre una media hora más conversando sobre lo que les maravilló y respondiendo sus consultas. Buenos Aires para Panamá ha proyectado 15 largometrajes y 23 cortometrajes en Argentina.

¿Qué es Mural 500 y cómo han reaccionado los residentes durante el proceso?

Coordino la Producción General de Mural 500 y tengo un equipo de cinco productoras. Este proyecto ha sido, sin dudas, un antes y un después en mi carrera. Es la producción más grande que he manejado al día de hoy: 26 murales, uno por cada corregimiento del Distrito de Panamá, realizados por 26 artistas con el apoyo de 16 voluntarios. Lo más poderoso que tiene este proyecto es ese proceso previo que se hizo con la comunidad. En general, las comunidades apreciaron ser consultadas, para ellos fue nuevo que llegáramos y los invitáramos a contar su historia, sus características y que decidieran dónde plasmar los murales para rendirles homenaje en el marco de los 500 años de fundación de la Ciudad de Panamá. Fue un proceso hermoso e interesante de interacción entre los vecinos y los artistas y se han apropiado de los murales.

¿Qué hace falta en el país para incentivar los proyectos culturales? ¿o para que estos encuentren audiencias más diversas?

Falta que el Gobierno apueste más en nuestra industria cultural, falta un Ministerio de Cultura que tenga una plataforma y un fondo para el desarrollo de proyectos culturales de todas las disciplinas. En cuanto a formación, creo que tener la opción de un postgrado en gestión cultural en Panamá fortalecería la base administrativa y el plan de acción de las propuestas. Hay un movimiento de gestores independientes que viene hace años trabajando con las uñas, desarrollando proyectos culturales y sociales. Formación y apoyo económico son dos cosas claves.

¿Cómo es la Panamá que sueñas?

Sueño con una Panamá en el que nos podamos movilizar en transporte público fácilmente, que haya menos autos, para poder disfrutar la ciudad y su oferta cultural.