Teatro para mirar hacia adentro

Javier Stanziola

Autor: David Alejandro Chacón
Foto: Javier Sucre

Nacido en la ciudad de Panamá en 1971, Javier Stanziola, dramaturgo, novelista y economista, ha sido ganador en cuatro ocasiones del prestigioso premio Ricardo Miró. Primero en 1996 con su obra De mangos y albaricoques, luego en 2002 con Solsticio de invierno, en 2008 con Hablemos de lo que no hemos vivido y en 2012 con la novela Hombres enlodados. Sus controversiales trabajos, que también ha exhibido internacionalmente, generaron mucha polémica porque abordaban temas como la orientación y la diversidad sexual. Sintió rechazo en una ciudad que tilda de homofóbica, pero no se amilanó. Al contrario, como pionero trabajó convencido de que eran mensajes que debía consumir el panameño.

¿Cómo consideras que aportaste tu granito de arena a la ciudad?

Aparte de las obras que trataron el tema de diversidad sexual, hice trabajos sobre la década perdida de los 80 y la dictadura, la invasión y otras iniciativas que abordaban temáticas interesantes que dejaron enseñanzas en los espectadores. No hago teatro comercial, yo no vivo de eso, más bien hago teatro que genere preguntas y espacios para ser crítico.

¿Sentiste rechazo?

Muchísimo. Los productores dicen que el público lo que quiere realmente es la comedia fácil y no cuestionamientos. Yo seguí, abrí espacios, y ahora no es un tema tan tabú en una ciudad que es muy homofóbica. Por lo menos, en la actualidad consigues grupitos con los que aprendes a sobrevivir.

¿Cómo podemos tener una ciudad más abierta en ese sentido?

Hay que tener mucha paciencia. Hay psicólogos que me han recomendado que debemos crear condiciones para que la gente LGBT (Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales) se sienta mejor acerca de ellos mismos porque se crece con tanto rechazo que te comienzas a creer muchas cosas de las que te dicen. Debemos sanear internamente, para luego proponer políticas.

Con cada obra ganadora del Ricardo Miró, ¿qué le querías decir a la ciudad?

Con De mangos y albaricoques, que los gays son seres humanos, con Solsticio de invierno hablé sobre el impacto del exilio y vivir fuera de tu ciudad. Hablemos de lo que no hemos vivido estuvo basada en el efecto de la violencia en la vida de los jóvenes en Panamá y Hombres enlodados recorre la ciudad en buses con temas de orientación sexual e históricos.

¿Cómo han ayudado las actividades artísticas a la ciudad?

Han ayudado a desarrollar habilidades de comunicación. A entenderte mejor entre culturas porque en la ciudad hay muchas. Ese contacto con otras personas es clave.

¿Qué es lo que más te gusta de la ciudad?

Me encanta ver tantas culturas. Realmente sería mejor con un poco más de integración. Es mágico escuchar tantos acentos distintos, y no solo de extranjeros, también dentro de los mismos panameños en la ciudad.

¿Cómo es la ciudad de tus sueños?

Mi sueño es que toda la ciudad sea como Ciudad del Saber, espacio que me encanta. Que puedas vivir, ir a trabajar, a comer, ir al teatro y hacer deportes sin tener que utilizar transporte público ni tu carro.