Vivir el fútbol con el corazón
Héctor Osorio
Autor: David Alejandro Chacón
Foto: Luis Cantillo
Fútbol con Corazón (FCC) es un proyecto deportivo y humano que nació en Colombia y llegó a Panamá en 2017. Héctor Osorio, ex preselección nacional de la oncena de fútbol panameña y entrenador de niños por más de 15 años, fue uno de sus fundadores y líder entre los técnicos. Desde niño ama el deporte de los goles, pero su amor va más allá de la competencia, pues considera que el balompié tiene el poder para cambiarlo todo, siempre y cuando se viva con pasión y entrega. Sus alumnos lo respetan, es un ejemplo para ellos y se ha ganado la admiración de los que comenzaron muy pequeños, los que no tanto y aquellos cuyos problemas les han marcado la vida. Lloró mientras recordaba algunas anécdotas y confesó que le costaba hablar de sus muchachos, pero estaba listo para un nuevo reto, ahora frente a una grabadora.
¿Por qué FCC es diferente a las demás academias de fútbol?
La diferencia fundamental es que el fútbol es más que un deporte para nosotros. Es un canal para formar a niños de entre los cinco y los 17 años de edad en valores y habilidades para la vida. Hemos desarrollado una metodología en la que dentro de la cancha se hace una formación integral del joven. Por un lado se trabaja la parte técnica, que es lo que hacen todas las academias, pero agregamos la parte social y humana, de autoestima, y se hacen mientras ellos entrenan, porque apostamos a un currículum educativo que se va desarrollando poco a poco.
¿Cuál es su objetivo principal como entrenador de niños?
Cambiar vidas. Que los niños tengan la alternativa de cómo crecer en un barrio que no es tan fácil, pero tampoco imposible. Que ellos puedan aportar y que sean los generadores de cambio de su comunidad. Junto a FCC Panamá, ese es el aporte para mi ciudad.
¿Y por qué el fútbol y no otro deporte?
La experiencia, el cambio que ve uno en los jóvenes, me ha hecho definirlo como una herramienta de transformación social. Practiqué otros deportes, de hecho representé a mi comunidad San Felipe varias veces, pero nada como el fútbol, por eso sigo aquí enseñando a través de él.
¿Algún niño que haya marcado su vida?
El proceso de trabajar con niños de alto riesgo social de verdad que me toca todo. Yo vivo cada situación, cada momento de ellos y cuando avanzan, los miro y me digo, “qué bueno que estamos aportando” y esa, sin temor a dudas, es la mayor recompensa.
¿Te sientes un defensor de todos esos niños?
Sí, así mismo. Yo les comparto mi ejemplo porque yo no nací en cuna de oro. Mi proceso de niño no fue fácil porque éramos una familia de nueve hermanos en un cuarto muy pequeño y ese ejemplo, de que sí se puede avanzar a pesar de las circunstancias adversas, se los vivo recordando. Quiero que sean felices, que rían, que sepan que cuentan conmigo en cualquier situación.
¿Qué quiere dejar como legado?
Cuando llegó este proyecto a Panamá les dije a los hermanos de Colombia que FCC llegaba al país, pero no se iba a ir. Lo grande de esta iniciativa es que no solo toca al niño, toca a toda la familia.
¿A dónde quieren llegar con FCC?
A cada rincón de la ciudad, que todo el mundo entienda y conozca este proyecto que toca vidas y prepara ciudadanos de bien sin cobrar ni un dólar, solamente con el aporte de marcas que creen en nosotros.
¿Cómo es la Panamá de tus sueños?
Con canchas por todos lados y que en cada una de ellas se practique el fútbol sin violencia. Fútbol con Corazón para todos.