Educación integral con visión futurista
Doralida Velas
Autor: Moisés Jurado Briceño
Foto: Gustavo Ledezma
La profesora Velas habla con emoción de su participación en la educación panameña. No es para menos: se trata de una mujer cuya preparación se fue adecuando hasta llegar a ser parte del Consejo Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria de Panamá (Coneaupa). Oriunda de La Sabaneta, en Veraguas, siendo nieta de un inmigrante chino y una mestiza, siempre fue una estudiante destacada, graduándose en la Universidad Tecnológica de Panamá como técnica en Geología y en la carrera de Finanzas y Banca, con varios posgrados: destacando el de Docencia Superior y otro en Alta Gerencia, y una maestría en Educación.
¿Cómo ha sido su trayectoria profesional académica?
Inicia en la misma UTP donde, después de terminar mi carrera, ya venía desempeñando mis primeros pininos como profesora donde trabaje por ocho años; después pasaría como secretaría académica, conociendo de esta manera al dedillo todos los procesos académicos y administrativos de una universidad. Al tiempo de trabajar como asesora en varias empresas privadas, trabajé también como jefa de recursos humanos en una institución gubernamental. Nunca dejé de prepararme ni dejé la docencia. Al tiempo, entraría por concurso como coordinador técnico de Evaluación y Acreditación Universitaria en el CONEAUPA, cargo que desempeño actualmente sin dejar a un lado la docencia, tanto en licenciatura como a nivel de maestría.
¿Cómo ha sido su trabajo como docente y especialista en el sector público?
Ser docente lo considero gratificante. Entrar al aula y encontrarme con mis estudiantes me extrae de mis actividades y problemas diarios para sumergirme en el mundo académico y tratar de transmitir todos mis conocimientos, evitando los discursos aburridos o muy elevados y siempre tratando de ajustarme a la materia y al contexto. Amo la docencia pues nací para ser docente.
¿Cuál considera que es su contribución en Coneaupa?
Mi trabajo ha tenido de todo un poco siempre: trabajo de oficina, trabajo de campo, capacitaciones nacionales, capacitaciones a pares internacionales, y participación en congresos seminarios y pasantías sobre la calidad en la educación. A pesar de las grandes dificultades en la transformación que hemos vivido en la educación de Panamá, me siento muy satisfecha con un trabajo que ha sido gratificante y que ha cubierto todo el territorio nacional. En este camino transitado siempre conseguimos instituciones que al principio están reacias al cambio. Como coordinadora y responsable de mi equipo hemos enfrentado de la manera más profesional y ética posible los distintos obstáculos, consiguiendo los objetivos. Las universidades entienden hoy en día que hay un trabajo de evaluación que realizar si queremos mejorar nuestra calidad educativa, y que hay una función social que cumplir, que hay que involucrarse en la solución de los problemas del medio.
¿Cómo es la Panamá que usted sueña?
Mi sueño creo que es el compartido con todos los citadinos. Somos gente valiente: nos hemos enfrentado hasta con potencias: la regresión del Canal de Panamá no solo fue de Omar Torrijos, también por otras grandes batallas previas. Que la educación llegara a donde está ahora ha sido un trabajo de “poco a poco”. Somos gente de mucho tesón. Sabemos que tenemos un objetivo y lo logramos sin violencia que es lo mejor. Sueño con que nuestra ciudad, planificada, limpia y ordenada, sea ese espacio para alcanzar los objetivos que nos tracemos.