El rumbo de la ciudad de Panamá
Marcela Tejeira
Autor: Karin Caballero
Foto: Pich Urdaneta
En 2001 fue invitada a participar de la presentación del Pacto Global de las Naciones Unidas en Panamá y quedó involucrada en el Comité de Estructura que se llamó Red de Pacto Global. Tras siete años como miembro, se encargó de la fusión de la RED con Integrarse, otra organización que impulsaba la RSE en Panamá, y que juntas formaron Sumarse. Ha visto y palpado el desarrollo de la responsabilidad social empresarial en Panamá a través de sus 24 años de experiencia en este tema. Hoy, como directora de los Programas de Responsabilidad Social Empresarial de la firma de abogados Morgan & Morgan, tiene mucho que decir y hacer en pro de la ciudad panameña.
¿Estudió ingeniería mecánica, cómo llegó a ser directora de Programas de RSE en Morgan & Morgan?
Confieso que soñaba con ser abogada como mi padre, pero al graduarme, por rebeldía, decidí estudiar fuera y opté por ingeniería. Pero la vida te da lecciones y al regresar, mi padre, como socio de M&M, me invitó a que me postulara a una posición. Gracias a que la ingeniería me enseñó a analizar problemas, procesos, a resolver, a innovar y a reinventar, pude aplicar mis fortalezas, aprender y crecer de tal manera que puedo decir con humildad que me gané la confianza de los socios de la firma. En el año 2000 me designaron como Gerente de Proyectos y uno de los que me tocó desarrollar fue la creación de la Fundación Eduardo Morgan (Fundamorgan) y que hoy cuenta con dos ejes de acción que son la educación y el acceso a la justicia.
Hablemos de su labor en la Fundación Eduardo Morgan.
Al principio nos enfocamos en la educación, pero en el 2007, ya con la madurez y el aprendizaje que adquirimos por los años de estar implementando una estrategia de RSE coherente, los socios de la firma decidieron dar un paso más allá y se creó el Programa de Asistencia Legal Comunitario (Fundalcom). Cuando lo iniciamos no teníamos idea de la dimensión del problema al decidir representar a víctimas de violencia doméstica y procesos en derecho de familia. En este camino hemos aprendido que no se puede trabajar la violencia doméstica sin la prevención, porque cuando las personas llegan a Fundamorgan las secuelas de lo que han sufrido son mucho más graves. Hemos orientado a más de siete mil personas, representado a cerca de tres mil y capacitado en prevención a más de nueve mil.
¿Cuál es el papel de la mujer dentro de la sociedad panameña?
Ningún país del mundo puede progresar si no incluye a la mujer bajo los principios de equidad y de igualdad de oportunidades. El mayor peso de esta desigualdad la sufren las mujeres y por ende sus hijos. Invertir en la mujer es una decisión inteligente para que Panamá cumpla sus Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030.
¿Cuáles considera serían los mejores proyectos de RSE y sostenibilidad para la ciudad de Panamá?
Desde el año 2014 impulsé dentro de Fundamorgan y con el apoyo de la Embajada de EE. UU. el programa de Derechos Humanos y Ciudadanía Responsable. En cinco años de ejecución hemos capacitado a casi 12 mil jóvenes entre las edades de 15 a 25 años y los resultados han sido extraordinarios. Este proyecto me ha convencido que la base para construir una sociedad sana y feliz tiene que venir de la mano de programas donde se les enseñe a los jóvenes desde nuestra trayectoria histórica, su relación con sí mismos y con los demás, para que puedan construir una mejor sociedad.
¿Cómo es la Panamá que sueña?
Me gustaría vivir en una ciudad que no sea desigual. Donde las mujeres, niños, niñas y adolescentes no sufran. Con igualdad de oportunidades de educación, salud y bienestar; donde, además, se respete y preserve el medio ambiente, la biodiversidad y los recursos naturales.