Al rescate del espacio público

José Isturaín

Autor: Melissa Pinel
Foto: Eduardo Molino

Para evaluar la importancia del espacio público, el arquitecto Jóse Isturaín propone el siguiente escenario: imagine que tiene alguna discapacidad o que ya ha alcanzado la vejez y que le toca desplazarse a algún sitio cercano sin utilizar el auto. Si al pensar eso se da cuenta de que 90 % de las veces el desplazamiento sería imposible sin depender de alguien, es claro que hay un problema. Isturaín es arquitecto y fue subdirector de la Dirección de Planificación de la Alcaldía de Panamá.

¿Cuándo te diste cuenta de que querías dedicarte a la arquitectura?

Desde primaria mi plan era estudiar biología marina, soy fanático de Jacques-Yves Cousteau. Sin embargo, a principio de 1998, mis padres -ambos arquitectos- iniciaron la construcción de lo que sería nuestra casa y me involucré en el proceso por solicitud de mi padre. Ese era mi último año de secundaria y fue lo que me hizo cambiar de parecer. De esto aprendí que los planes, por más tiempo que lleves preparándolos, siempre pueden cambiar al último momento.

¿Cuáles son los retos que enfrenta la ciudad en materia de espacio público y sostenibilidad?

El principal reto es la parte cultural. Muchas personas no entienden qué es el espacio público ni para qué sirve. Mucho menos en qué nos beneficia. Nos tomará varios años cambiar la mentalidad con la que fuimos criados en donde el auto es sinónimo de éxito así como la casa de dos pisos o la casa con piscina. Para muchos el caminar define tu estatus social. Seguro que cuando ves a algún compañero del colegio caminando por la calle, y tu vas en el auto, lo primero que piensas es que le está yendo mal. Son esquemas que no son fáciles de romper, pero se pueden romper.

¿Cuál es el rol de los gobiernos y el Estado en la planificación del territorio?

El rol de los gobiernos locales -Alcaldía- es el de planificar el territorio en su totalidad.
Antes de 2014 hablar de planificación urbana, espacio público, sostenibilidad no estaba en la agenda de muchos alcaldes. En ese sentido, creo que la ciudad ha dado sus primeros pasos, sin embargo aún nos falta mucho camino por recorrer. Es fundamental que los gobiernos locales tengan a su alcance la toma de decisiones sobre su territorio. Panamá es una de las pocas ciudades que no maneja los desechos urbanos, o que no tiene injerencia en los dos espacios públicos urbanos más grandes e importantes de la ciudad: Parque Omar y Cinta Costera. Estos son algunos de los retos que tienen que asumirse en los próximos años.

¿Qué papel juega el espacio público en la calidad de vida de los ciudadanos?

Primordial. Es lo que define la ciudad. Nuestro espacio público refleja claramente cuál ha sido nuestra prioridad: las mayores inversiones del estado han sido en infraestructura vehicular, es decir, calles. En muchos de los proyectos que se han realizado, el privado había utilizado por décadas el espacio público para estacionar su auto. Esta es una práctica muy común en nuestra ciudad. Los peatones no tienen un desplazamiento cómodo y seguro, y muchas veces deben caminar por la calle. La transformación urbana de una ciudad no puede darse en un periodo de gobierno de cinco años, es una utopía. Son procesos que toman mucho tiempo y que muchas veces generan opiniones negativas pero no tengo duda de que proyectos como Vía Argentina, Calle Uruguay y la Ave. Justo Arosemena jugarán un papel clave para la toma de decisiones a futuro.

¿Cómo es la ciudad de Panamá que sueñas?

Más que soñar, aspiro a que tengamos mejor calidad de vida. Donde las oportunidades se den no por contacto sino por capacidad. Donde tengamos un transporte público eficiente. Espacios públicos de calidad. Pero principalmente que el panameño cambie su manera de ser reactivo, a ser proactivo, de dejar de pensar en lo individual, y pensar en lo colectivo.