El tenis de la ciudad

Fray Ceville

Autor: David Alejandro Chacón
Foto: Javier Sucre

Dice que nadie lo conoce como Horacio Elmo Ceville. Le dicen “Fray” desde niño porque una vez mientras botaba la basura le tocó barrerla y entonces sus amigos, a manera de broma, lo bautizaron con el nombre del primer santo mulato de América: Fray Escoba. En 2019, ya con 69 años de edad, se mantiene como el entrenador de tenis del Parque Omar, puesto que ostenta desde 1984 con el Club de Tenis de Panamá. Por sus clases han pasado más de mil alumnos, entre ellos los hijos del presidente Laurentino Cortizo, el afamado dentista Omar Rodríguez y nada más y nada menos que Darlene Khan, la primera panameña en incursionar en el Ránking Mundial de Tenis (WTA)

¿Cuál crees que ha sido tu granito de arena para la ciudad?

He sido promotor y organizador de más de 40 eventos de tenis en la ciudad, un deporte, que hasta ahora, es visto como yeyé y exclusivo.

¿Y cómo profesor?

He recibido a varias generaciones de buenos jugadores y esa formación sé que ha sido importante en sus vidas. Muchas personas regresan y me agradecen en cualquier lado que me ven. Digamos que fui haciendo mejores ciudadanos, unos ciudadanos disciplinados a través del deporte y varios de ellos campeones nacionales.

¿A los habitantes de esta ciudad les gusta el tenis?

Claro que sí. Pero repito, al verlo como algo exclusivo, la gente tiene miedo de acercarse. Tenemos que sacarnos esa idea de la cabeza y llevar este hermoso deporte a todas las zonas de la ciudad. Seguro estoy de que hasta de los lugares más humildes saldrán grandes talentos.

¿Y puede el tenis llegar a cada rincón de esta ciudad?

Hay que proponérselo. Yo siento que hay que probar, que hay que arriesgarse. Si se sabe llevar, los resultados serán muy buenos. Lo mejor que puede pasar es que más gente comience a practicar deporte, ¿sí me explico? No hay pérdida alguna.

¿Y qué harías para apoyar esa masificación del tenis en la ciudad?

Ayudar con mi experiencia. Yo, incluso, he ofrecido a la administración del Parque Omar dar clases gratis para los niños que no puedan pagar, pero necesito un respaldo que jamás ha llegado. Y que conste que he insistido bastante.

¿Qué no le puede faltar a esta ciudad?

El deporte. Cualquiera, sin favoritos. El deporte saca a la gente de la pobreza, le crea disciplina y le da otra perspectiva de la vida. Con el tenis, por ejemplo, tenemos que lograr que las empresas patrocinen eventos en los que los niños que ven esto como algo lejano, se acerquen. Una oportunidad, eso es todo.

¿Cuál es tu lugar preferido de la capital?

Las canchas de tenis del Parque Omar. Son muchos años viéndolas y quedan muy cerca de mi casa.

¿Cómo es la Panamá de tus sueños?

Me gusta como está. Ha cambiado bastante y eso me encanta. Ya no hay un solo grupo que domina y podemos ver mezclas de gente de arriba con la gente de abajo y eso me da una alegría grandísima.