Protectora de los animales sin hogar
Patricia Chan
Autor: Melissa Pinel
Foto: Luis Cantillo
Patricia Chan dejó su trabajo en la Administración del Canal de Panamá para dedicarse a mejorar la situación de los animales abandonados. Ahora es la misión de su vida, un trabajo que la lleva a todos los rincones del país y que se logra a punta de voluntarios. Cuando le preguntan por qué es que invierte tanto tiempo y dinero salvando animales simplemente les responde: “como dice Johnn Todd Ferrier: Estoy trabajando en las raíces”.
¿Cómo inició Spay/Panamá?
Spay/Panamá inició donde continúa, en la casa 436 de Camino Real de Betania.
La primera cirugía fue el 4 de octubre del 2001, en un quirófano donde era el cuarto de lavandería. Ese día se realizaron las primeras seis cirugías y la jornada tomó 12 horas.
Hoy, cirujanos veterinarios esterilizan hasta 500 perros y gatos en una jornada. A la fecha, se han esterilizado más de 160 mil animales. Más que cifras, para nosotros, son vidas. Eso mejora su destino y el de la familia también.
¿Qué pasa cuando llevan las giras de esterilización a comunidades de bajos recursos?
La gente más pobre es la que más animales tiene y están bien apegados a ellos. Muchos vienen de muy lejos, a veces a pie, cargando cajas con animales y sus crías, y unos plátanos para pagarte. Llevamos jornadas a las provincias del interior, a comarcas e islas. Vamos a áreas de riesgo, a zonas rojas, y a donde se terminan los caminos, en un bus que fue de descarte, sabiendo que este es el único método científico y humanitario para detener su reproducción. Realizamos unas 20 giras al año para atender a grupos que se organizan para que lleguemos donde no hay veterinarios en kilómetros, y si los hay, la gente carece de los recursos.
¿Cómo llegan los voluntarios a Spay/Panamá?
Los voluntarios son el soporte de esta fundación. Muchos se encontraron a un animal abandonado que les llegó al corazón, eligieron salvarlo, vinieron aquí y quedaron enganchados con la posibilidad de ayudar a otro, y a otro más. Enfrentan la realidad de que si quieres un cambio, tienes que ser parte de ese cambio. Los motiva hacer el bien, dan su tiempo de descanso y sacrifican lo que tienen, a cambio de sacar a alguno de la calle, esterilizarlo, ponerlo en adopción y encontrarle una familia para el resto de su vida.
¿Qué es lo más difícil a la hora de sensibilizar a las personas sobre el cuidado de los animales sin hogar?
Que igual que nosotros, son seres vivos con sentimientos: hambre, dolor, miedo y soledad. No una amenaza. Que carecen de malicia. Pueden dejarlos a la intemperie, sin agua ni comida, y ellos te recibirán felices de que hayas vuelto. Pueden darles un cebo envenenado y se lo comerán creyendo que les estás brindando alimento. Que lastimar a un animal envilece, y hiere a quienes los cuidan. Panamá está adherida a la Declaración Universal sobre los Derechos del Animal, cuenta con la ley 70 de Protección al Animal Doméstico y el Artículo 431 del Cógido Penal, establece prisión de 18 a 24 meses a quienes los torturen y les causen la muerte. Que hay que ejercer esos derechos, porque si no, se debilitan y se pierden.
¿Cómo es la Panamá que sueñas?
Sin niños con hambre, sin ancianos abandonados y sin seres en la indigencia, animales domésticos incluidos. Sueño con una sociedad justa para todos los que compartimos el medio ambiente, como parte, no como dueños. Una Panamá donde la gente proteja a los animales sin casa, comprendiendo que no pertenecen a las calles, fueron de gente que en lugar de esterilizarlos, los abandonó. Que no sobreviven en la precariedad para molestarnos ni ofendernos. Donde los seres humanos muestren su inteligencia haciendo lo correcto: rescatarlos, esterilizarlos, adoptarlos y educar sobre su experiencia. Sueño que ese Panamá sea el ejemplo del mundo.