Celebrar nuestra identidad a través del turismo

Alberto Quirós Jaén

Autor: Mónica Guardia
Foto: Eduardo Molino

Sus amigos lo conocen como “Albertín”, un apodo bastante curioso dada su estatura, bastante superior al promedio. Se graduó como abogado y, posteriormente, siguió varios cursos de post grado en temas como administración y finanzas, turismo, comunicología y mercadeo. Ha sido catedrático universitario y facilitador de seminarios y talleres; fue vicepresidente de la Asociación Nacional de Scouts y asesor legal de la Asamblea Nacional; asesor ejecutivo de la Presidencia de la República; directivo de la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura, la Asociación Panameña de Ejecutivos de Empresa y la Asociación Panameña de Hoteles y la Red Nacional de Cámaras de Turismo. Actualmente trabaja como asesor de turismo bajo la marca “Doctor Turismo”.

¿Cuáles son tus primeros recuerdos de la ciudad?

Mi infancia estuvo profundamente ligada a mi barrio, Bella Vista, y especialmente a la calle donde vivíamos, la Avenida Chile.

¿Qué sitios de la ciudad recuerdas con más cariño?

Varios, casi todos ligados a las actividades que realizaba con mis amigos de infancia, la mayoría vecinos de la Avenida Chile. Recuerdo, por ejemplo, que íbamos a la Avenida Balboa a pescar, usando lombrices que conseguíamos en la marea baja. A Punta Paitilla, que entonces era puro monte, nos íbamos de excursión con cantimploras y todo. El Parque Urracá era el centro de todo; durante las vacaciones, estábamos allí de lunes a viernes y nos encontrábamos con gente de El Marañón, Calidonia, La Exposición, Bella Vista, etc. Los viejos jugaban softbol y nosotros nos divertíamos con sus cuentos. Recuerdo especialmente los entrenamientos deportivos que daba Fermín “Chompipa” Castañedas quien nos enseñó a lanzar, apañar y batear.
Ya más grande, cuando las hormonas empezaron a hacer efecto, visitábamos el área de La Locería, la Catedral (hoy Casco Antiguo) y Renta 5 en Calidonia, para participar en los “night and fun”.
Otro de los sitios populares para nosotros era Altos del Golf, donde íbamos a las fiestas de nuestros amigos “yeyesitos” del Colegio La Salle y San Agustín, donde estudiamos casi todos nosotros.

¿En tu opinion, cuál es la característica esencial de la ciudad de Panamá? ¿Qué la hace única?

En mi opinión son varias cosas. Una de ellas es su ubicación, de cara al mar. Otra es su carácter multicultural, producto de la migración, un fenómeno que se ha venido incrementando en las últimas décadas debido a los proble-mas políticos y sociales de países vecinos. Por último, diría que parte de su particularidad es estar rodeada de una gran biodiversidad, fundamentalmente marina en la parte costera, y vegetal y animal en los bosques y selvas de los parques naturales del sector norte.

Como Doctor Turismo, ¿qué recomendarías a las autoridades encargadas de fomentar esta industria sin chimenea?

Me gustaría que los panameños dieran un mejor trato a los visitantes, que fuéramos menos tolerantes con la basura y la corrupción. Que se le diera importancia y apoyo económico a los museos y centros de visitantes de la región interocéanica, para que estos se conviertan en verdaderos sitios de encuentro y promoción de nuestros valores y nuestra identidad.

¿Cómo es la Panamá que sueñas?

Concibo la ciudad como un espacio que reúne a gente de todas partes del mundo, un lugar donde todos convivimos armónicamente y aportamos al bienestar común y al progreso con nuestro trabajo, esfuerzo y capital. Como algo práctico, sueño con que a las riveras del Canal se construya un parque pluri étnico y multicultural, tipo Epcot Center, que fuera algo así como una “Plaza de las Naciones”, que celebre nuestra identidad panameña y latinoamericana. Sería un lugar en el que habría estructuras y stands de la mayoría de los países de América, financiados y decorados por ellos, donde se promueva la historia, cultura, artes, danzas, gastronomía y atractivos turísticos de cada uno de los países hermanos.