El poder del periodismo para transformar la ciudad
Griselda López
Autor: Daniel Molina
Foto: Gustavo Ledezma
Considerada como “la formadora del 101 % de periodistas panameños”, Griselda López es toda una referente en el campo de la comunicación y la cultura del país. Ha sido directora, jefa de redacción, columnista, corresponsal y editorialista de diversas publicaciones. Fue miembro del equipo fundador de Radio y Televisión Educativa (hoy SerTv), que dirigió por once años; y catedrática de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Panamá, que tuvo a su cargo por cinco años. Ha recibido el Gran Premio a la Excelencia del Fórum Nacional de Periodistas por las Libertades de Expresión e Información, y ha publicado varios libros, entre estos Género, comunicación y sociedad (ensayo, 2000) y Las capas del tiempo (cuentos, 2017).
¿Cuál es su diagnóstico sobre el ejercicio periodístico en la capital?
Francamente, creo que estamos en retroceso. Cada día hay más periodistas, pero menos cultos. El periodismo panameño emergió de un grupo de gente con cultura, escritores, lectores, de pensamiento crítico y análisis. Hubo esa tendencia. Aunque los medios siempre estuvieron en manos de intereses económicos, de todas maneras, había un periodismo más reflexivo. Pienso que ahora se está haciendo un periodismo demasiado superficial y del día. No un hay análisis de la situación y se pone lo primero que se les ocurre, sin contextualizar.
¿La competencia por la inmediatez influye en la programación de la televisión que ven los ciudadanos?
Claro. Nuestro país ha tenido un retroceso cultural impresionante. Cuando sales a la calle, te subes a un taxi y te encuentras con una música que no le gusta ni al mismo señor que está manejando. Pongo este ejemplo de la música porque lo puedes ver en la literatura, en lo que lee la gente y en cómo se expresa, incluyendo palabras que son simpáticas pero que se convierten en el lenguaje del panameño y provocan una imagen que evidencia la educación que recibimos. Esto pasa en todos los estratos sociales. Es una ciudad bien musical, tocan unas guajiras y todos salimos bailando lo que fuere.
¿Hay una relación entre la baja educación en la ciudad y lo que programan los medios?
Tú ves los canales de televisión y piensas, ¿cuál es el concepto? ¿Cuál es el criterio? Antes no podías meter música en un noticiario, había una seriedad. Ahora ya no sabes si es noticia, show o simplemente lo que hay. Entonces, le estás enseñando a la gente una manera de ser que no es la correcta.
¿Usted considera que los ciudadanos pedimos ese tipo de contenidos?
La gente que no tiene educación no tiene alternativa. Cuando nació Canal 11 era la alternativa educativa y cultural porque los demás canales seguían con su programación. Con el tiempo influimos en ellos. La misión básica era que Canal 11 tenía que ser eminentemente educativo y cultural. El canal tenía que enseñar. Al final, se convirtió en SerTv y se creó otra figura, de carácter más administrativo.
¿Cómo es la Panamá que sueña?
Me gustaría una ciudad más ordenada. La ciudad de Panamá es innecesariamente caótica. Lo que me duele de esta ciudad es que no tiene espacios públicos como otras ciudades. La Calzada de Amador, que fue hecha para que los ciudadanos caminen, se ha convertido en un muelle casi privado. Hasta el más mínimo terreno es comercializado. La gente, los niños, dejaron de tener importancia. Quisiera una ciudad donde pueda caminar por las aceras, amable para la gente, con mayor cultura, que tenga su Teatro Nacional.